martes, 28 de octubre de 2008

De ninguna manera

Artículo 4 de la Constitución Nacional.
La soberanía en toda su plenitud existe radicalmente en la Nación…

que quiere decir con la Nación, pues en la ciudadanía del pueblo. En una democracia la Soberanía radica en el pueblo.

Por otro lado, el Derecho Internacional por medio de la Carta de las Naciones Unidas, con respecto a la relación de los Estados y sus soberanías llama a éstas, “el principio de igualdad soberana de todos sus miembros”.

Durante toda la historia del Uruguay, hemos sido agredidos continuamente en nuestra soberanía por parte de los “hermanos” Argentinos. Primero comenzó todo como una pulseada entre los puertos (cuando aún se dependía de la corona española), luego fue necesario que el Inglés Ponsonby apretara contra las cuerdas a Dorrego, gobernador de Buenos Aires, para que firmara la Convención Preliminar de Paz del 1828 y así comenzar el verdadero proceso de formación del País. Luego mas acontecimientos, como el sitio de Montevideo por parte de Rosas. Dumas padre describió admirado de Montevideo: “La Nueva Troya”. Y ya a mediados del siglo pasado la controversial relación de Luis Batlle Berres con el franquista Perón.
Ni hablemos de Martín García. Ellos habían realizado actos de soberanía en esa isla, como marca el Derecho Internacional, como ser: establecimientos de bases militares, creación de construcciones para el disfrute de sus ciudadanos, y así fue. Pero no tuvieron el mismo criterio con las Malvinas. También las quisieron pero esta vez se metieron con una potencia mundial y con “La Tácher”.
La historia indica claramente que los Argentinos, que siempre han tendido tremendos problemas internos, siempre han buscado enemigos en el exterior, contendiendo con vecinos, para crear un sentimiento de unificación nacional que de otro modo le sería imposible conseguir. Está de mas creo, el remarcar la importancia que tiene para una nación dividida la creación de un enemigo exterior. Traigamos a colación Pearl Harbour, Hitler incendiando el Parlamento a manos de la SA y culpando a los Comunistas, el episodio del Golfo de Tonkin por el cual comienza la Guerra de Vietnam (luego reconocieron las autoridades de EEUU que ese episodio nunca ocurrió).
Sería otro capítulo también, hablar el gran crimen ideado por Mitre y Sarmiento, -por manija de los ingleses es cierto- con la ayuda de Brasil y Venancio Flores, contra el Paraguay.
Durante este tiempo que han durado los bloqueos de los puentes la paciencia del pueblo Uruguayo ha mostrado lo mejor de sí. Claramente como dice la máxima: “la paciencia, es la ciencia de la Paz”, y así ha sido. Pero una cosa es ser paciente, tolerante, y otra cosa es ser estúpido. Este gobierno ha llamado a la tolerancia, mientras que permitía que los comerciantes de las zonas afectadas vieran quebrar sus negocios y otros perdían sus trabajos. Aún así, reinó la tolerancia. Pero como si fuera poco. Estos activistas radicales, tuvieron el tupet, sí, el tupet, de ingresar en territorio marítimo en primera instancia, y no conforme con eso, ingresaron puente adentro, ¡y todo esto…FUE PERMITIDO!
Contando con la razón otorgada en los tribunales de La Haya. Contando con la razón científica -que cuando les conviene es la única que prima hoy en día- se continuó permitiendo que esos bárbaros continuaran vejando la soberanía y la paciencia del pueblo Oriental.
Hace aproximadamente un mes, agredieron a un Ingeniero Argentino, hiriéndolo gravemente. Al parecer, nadie les va a poner límites. Cosas de este gobierno, que resultó de mi agrado en su carrera por el gobierno en las pasadas elecciones, pero que resultó ser para mí, el último ídolo de barro que se esfumó luego de esta lluvia de acontecimientos.
Resulta que ahora, por fin, el Presidente Vázquez anunció que le va a negar el voto al Sr. Kirschner para que sea el secretario de UNASUR (Unión de Naciones del Sur).
Claramente este hecho es un punto a favor que se anote el Sr. Presidente, y más a su favor, que cuenta con todo el apoyo de los representantes de los diferentes sectores políticos. En la noche de ayer, salió a la luz las declaraciones del canciller Argentino, innombrable señor, pero por si fuera poco, el canciller Boliviano -que al parecer tiene en su país todos los problemas resueltos-, pidiendo a la Presidencia que abdique a lo anunciado y que dé un paso atrás en su decisión, llamando a la reflexión y otros eufemismos.

Es así que en las calles el día de hoy se nota un solo petitorio de quienes representan la Nación Uruguaya, y es que: NI UN PASO ATRÁS EN ESTA EMPRESA.
Que ya no es solo una decisión del Sr. Presidente, sino que él ha de materializar la voz de la ciudadanía uruguaya. No se puede continuar recibiendo presiones de Argentina, un país que se desangra poco a poco mientras marcha al Cadalso, y de Bolivia, un país en cuyas plazas en la actualidad, se queman personas y los indios (los coyas) son apaleados por un lado, y los autonomistas son robados por el otro.

A este señor presidente que en su discurso ante el Parlamento nombró a José Gervasio Artigas, antes de pensar en dar un paso atrás, debe de pensar en las palabras del prócer sobre la Soberanía.

Para quien esté algo olvidado: “mi soberanía emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana” J.G. Artigas

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