Patria o Muerte ...Venderemos!

(recuerden poner en pausa al MP3)


Y mientras todos estamos felizmente conectados a algún canal de televisión, o al teléfono del trabajo, o tan cansados de laburar 18 horas doscientos años después de la Revolución Industrial, hay alguien que se está re cagando de risa.
En este mundo, donde la población ha traspasado el umbral de los 6 mil millones de personas, solo el 1 % posee el 40 % de las acciones mundiales, o sea, de la riqueza, y en este mismo mundo, donde la mitad de la población vive con menos de dos dólares al día y gran parte al mes…indudablemente hay algo que está mal. O por lo menos, visto de este lado de la cancha.
Pero mientras la economía mundial se despedaza como fue previsto por los dueños del mundo que preparan la estocada final, los canales propiedad de ellos mismos se encargan de extender un velo frente a la vista de los neófitos. Obsérvese en CNN en español (por ejemplo) a la morocha ecónoma de apellido Frías, que pone cara de sapo cada vez que ve bajar 200 puntos el índice Dow Jones, tal vez porque recuerda las palabras que ella mismo defendió al comienzo de la crisis cuando llegó a retar a los analistas que recomendaban retirar el dinero de los bancos y ponerlo bajo la cama. Esta misma señora que cada vez que realiza alguna nota, si el entrevistado comienza a criticar las medidas tomadas por las autoridades enseguida “¡op! Nos quedamos sin tiempo…pero en otra oportunidad lo invitamos para que disertar sobre el tema eh…”

Al parecer nadie recuerda las leyes inmutables del universo que indican que todo lo que tiene un comienzo tiene un fin, y olvidan que en el siglo XIX el centro de la economía estuvo en Inglaterra y la Libra Esterlina era la moneda que regía el mundo, luego, el Siglo XX vio como pasaba ese centro a Estados Unidos y ahora es tiempo que nuevamente retorne a la fuente, y nuevamente ha de retornar al viejo continente pero no precisamente a Europa sino a los verdaderos dueños de la economía Mundial.
Es el preludio del fin de este sistema monetario, el comienzo del fin de la moneda metálica y del billete, en 10 años vamos a estar viviendo una nueva economía.

Pero para aquellos escépticos que me tildan de loco los voy a remitir a que le den una repasadita al Primer Informe al Club de Roma llamado “Los límites del crecimiento”, un informe creado por técnicos del MIT y después…hablamos.
Esto no se trata de Apocalipsis o de fé, aunque a todos los economistas del mundo les atacó al virus del “Yo creo”, escuche a cualquier economista o analista, hasta el mismísimo George Soros se agarró el virus del “Yo creo que…” y me pregunto yo, si es posible en economía decir yo creo, porque cuando un banco me da un préstamo no me dice “Págueme cuando crea a las tasas que usted crea” pero ahora llegó el momento de que los grandes responsables de esta crisis den cuentas y lo único que saben decir es “yo creo que” pero eso, sin embargo, no crea respuesta ninguna en la gente que es más esclava del sistema que lo eran en los tiempos del Rey Sol (Luis XIV de Francia), porque ya las pobres masas ni se quejan, porque el poco tiempo que tienen de ocio lo emplean conectándose a la televisión para poder ver un par de culos y tetas con Tinelli o para soñar que soy tal o cual princesa esperando al príncipe Hermoso que me sacará de este cautiverio… y así vamos a quedar.
Así estamos, y tan patas arriba está todo que ni Galeano se lo imaginó cuando escribió ese libro hace algunos años.

(Sé que soy reiterativo en los videos, pero a veces las cosas quedan por ósmosis.)



Hoy en día, en Uruguay un periodista le pregunta algo a un político y lo más campante responde “no hay declaraciones”. Pero…ellos se han olvidado que según el Contrato Social que otrora tanto defendieron, el pueblo le otorga a los gobernantes el poder para que ellos administren el Estado y respondan ante los verdaderos soberanos que son todos y cada uno de los que pagan sus impuestos. Pero tampoco pasa nada, porque hasta los que fueron desde sus orígenes oposición, ese frente amplio que soñó el profesor Vivián Trías, se ha olvidado de darle explicaciones y mirarle la cara al pueblo. Por eso es imperativo el castigo, por eso yo, a falta de fuerza y de no ser el ejército de un solo hombre, solo me queda por mirar al cielo vacuo, carente de divinidad alguna o tal vez habitado por un dios que se ha quedado ciego sordo y mudo, viejo cenil y chocho y solicitar mediante el peor de los males de Pandora, la esperanza, el castigo a quienes supieron patalear, prometer y no cumplir. A los que dijeron “Patria o Muerte, Venceremos”

La nueva consigna de ellos será ¡Patria o Muerte, Venderemos!

¡Viva Ponsonbylandia!