martes, 28 de octubre de 2008

Dios te salve "Tele", lleno eres de señales, hágase tu voluntad...



Todo lo que me quieran decir en la televisión. Pero no me creo casi nada. No estamos nada lejos de 1984 de Orwell. Donde el GRAN HERMANO TE VIGILA. Sino que mas bien vamos en camino a ello.
El haber trabajado nueve años en la Policía me sirvió mucho para conocer como es el sistema por dentro. Es cierto que una parte no es representativa del todo. Eso claro si lo miramos desde cierta perspectiva. Pero por ejemplo, si tomamos en cuenta la teoría del Holograma –algo no muy loco por estos días- sabemos que en la parte, se encuentra la imagen del todo.
Ya no me tiene que venir a contar nadie que frente de los principales medios de comunicación se encuentran ciertos señores y ciertas directivas que realizan un soberano filtro a la información pura; y que a nuestros ojos y oídos llega algo tan destilado que no es información, sino un simple esqueleto. Ya nadie me tiene que hablar de corrupción. Porque ésta es una realidad que está presente, forma parte de la estructura pública, y si me pongo a jugar al optimista, va a tardar mucho, hasta que sea erradicada.
Pero todo este exordio es para llegar a cierto tema que hoy en día está en boca de todos y es el de la crisis. Sigo insistiendo, en que no puedo creer la pasividad con que los medios tratan la noticia, la tranquilidad aparente del equipo de gobierno y la gente en la calle que repite lo que recibe. “No pasa nada”, “el Uruguay tiene oxígeno” y no se cuantos otros slogans.



Hoy día se sabe por ejemplo, que fue J.P. Morgan quien inició en 1907 el rumor que finalizó en tremenda corrida bancaria que diera comienzo a la inestabilidad, por la cual, por obra y gracia del Espíritu Bancario en 1913 nace la salvadora Reserva Federal.
La Crisis del 29 sirvió como puntapié inicial para muchos otros movimientos de ajedrez de la Banca. Uno fue que en el 1933 con la colaboración, cuando no, de F.D. Roosvelt, se abandonara el patrón oro. El New Deal es tema sabido, y está de mas decir que todo este embrollo, mas otras causas derivadas de la Primer Guerra Mundial, llevaron a la segunda.

¿Sabía usted que los aviones Nazis no podían volar si no utilizaban un aceite que solamente era fabricado por la Standard Oil de Rockefeller? Pero ese es otro tema.


El mismo Roosvelt, dejó para la posteridad su famosa frase: “en política nada es al azar”.
Por otra parte, Aldous Huxley, famoso escritor, novelista, ensayista, crítico y poeta inglés, escribió obras de suma importancia que influyeron de sobre manera sobre las grandes mentes de este siglo, especialmente voy a hacer hincapié en sus dos obras, Un Mundo Feliz (1932) y Nueva visita a un Mundo Feliz (1958). En ésta última, el mismo afirma:

A la luz de lo que hemos aprendido recientemente acerca del comportamiento animal en general y del comportamiento humano en particular, se ha hecho manifiesto que la regulación mediante el castigo del comportamiento indeseable es menos efectiva, a la larga, que la regulación mediante el apoyo con recompensas al comportamiento deseable, y que el gobierno por el terror funciona, en su conjunto, peor que el gobierno por la manipulación no violenta del ambiente y de las ideas y los sentimientos de los individuos, hombres, mujeres y niños. El castigo pone temporalmente término a la conducta indeseable, pero no suprime permanentemente la tendencia de la víctima a incurrir en esa conducta. Además, las consecuencias psicofísicas del castigo pueden ser tan indeseables como la conducta por la que el individuo ha sido castigado. La psicoterapia ha de dedicarse en buena parte a las consecuencias debilitantes o antisociales de pasados castigos.

Pero luego, se muetra grandemente proeocupado por el tema de la superpoblación mundial:

En el primer día de Navidad, la población de nuestro planeta era de unos doscientos cincuenta millones, es decir, menos que la mitad de la población de la China moderna. Dieciséis siglos después, cuando los Padres Peregrinos desembarcaron en Plymouth Rock, el número de humanos había subido a poco más de quinientos millones. Para cuando se firmó la Declaración de Independencia, la población mundial era ya de setecientos millones y pico. En 1931, cuando yo estaba escribiendo Un Mundo Feliz, andaba cerca de los dos mil millones. Hoy, cerca de treinta años después, hay dos mil ochocientos millones de nosotros. Y mañana ¿qué?
… El problema de una población en rápido aumento en relación con los recursos naturales, la estabilidad social y el bienestar de los individuos es actualmente el problema central de la humanidad.
…No solucionado, este problema hará insolubles todos nuestros demás problemas. Peor aún: creará condiciones en las que la libertad individual y los decoros sociales del modo democrático de vida se harán imposibles, casi inimaginable.

Ahora bien, el controversial ensayista americano David Icke, insiste en que uno de los problemas del ser humano actual, es que está tan dividido, que exterioriza esta división y no es capaz de avistar en los acontecimientos, la totalidad de la telaraña que se teje por parte de ciertos actores, y que solamente cuando paramos la inercia en la que nos traen los medios y la vida actual y cuando comenzamos a atar cabos sueltos, nos damos cuenta que está todo interrelacionado.
Por eso no creo que esta crisis actual y sus efectos por venir sean algo que surgió de la nada o por una falta de control de los organismos, que nunca se equivocan en los montos de las deudas, pero si en el control. Por eso voy a aportar una declaración interesante, de un personaje que no creo que sea ningún loco de atar.

Lindon Larouche, quien fue candidato a la Presidencia por el partido demócrata para las pasadas elecciones de EEUU, dijo claramente ante las cámaras para el documental Deuda de Jorge Lanata: “los burócratas del FMI son la copia perfecta de la GESTAPO”.
…”Hoy hay hambre, ¿por qué?, Por la política del FMI. La política del Libre Comercio. La idea de llevar todas las economías al nivel más bajo de pobreza o peor. Esto es genocidio premeditado, para destruir la población, desmantelar su mundo. ¿Para qué? Para preservar los recursos naturales, los de Sudamérica en particular, para las futuras generaciones angloamericanas”.

Cada uno sabrá como manejar la información, estudiarla, investigarla o lo más fácil de todo, criticarla.

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